1. Lo mas facil es abastecerte de verduras congeladas, como la espinaca, y el brócoli. Son facilies de agregar  a los platos principales o servir como partes por sí mismas. Además de que dura más, las verduras congeladas  puede ser tan saludable como las verduras  frescas.

2. La lechuga de triple lavado en sacos es fácil, pero cuesta una fortuna y no dura mucho tiempo. Trate de buscar verduras frescas que duran más que las tradicionales lechugas de hojas verdes. Ejemplos de los tipos de lechuga en nutrientes ricos que duran mucho tiempo - y son muy baratas - incluyen cosas como la achicoria, lechuga romana, achicoria, col rizada y hojas de diente de león.

3. Suscribite  a un boletín electrónico que te enviarás un email de recetas sanas  y rápidas de cocinar cada semana. Hay miles de ellos que puede inscribirte en en sitios como FoodNetwork.com y RecipeNewsletters.com.


4. Deja la piel en los vegetales. No sólo vas a ahorrar toneladas de tiempo en pelar pero si  dejas la piel en vegetales como las papas y las zanahorias cuando estén cocinando, les ayuda a retener más de su valor nutritivo y de fibra.

5. Haz la hora de comer  un asunto de familia. Una de las mejores maneras de prevenir la obesidad infantil es dejar que los niños  ayuden en la cocina. Animalos a hacer preguntas y ayudar  mientras se prepara la comida.